Información y consejos prácticos de por qué y cómo contribuir al cuidado del medio ambiente.

Productos orgánicos

¿Qué es un alimento orgánico?

Hoy en día oímos de la comida orgánica
por todos lados y en diferentes formas y presentaciones: leche, verduras, vinos, chocolate, frutas, azúcar, huevos, pollo, tabaco, café... en fin, la lista parece no terminar.

Esto es bueno... o ¿también malo?


Empecemos por definir lo que es un producto orgánico: generalizando y resumiendo, un producto orgánico es, en principio, aquél que durante su desarrollo (digamos, desde el momento en que fue “concebido” hasta que llegó a nuestro plato) no tuvo contacto ni fue sometido a ningún producto o tratamiento sintético o químico, ya sea de fertilizantes, insecticidas, fungicidas o herbicidas, conservadores, hormonas, antibióticos o colorantes.

Se añade que este producto es saludable para el ser humano que lo consume y que debió ser generado bajo un sistema respetuoso de la naturaleza y su equilibrio, sus ciclos y sus leyes, lo que significa que hay que intentar protegerla de contaminantes y la sobreexplotación, así como mantener las cosas sencillas y lo más naturales posibles (como antaño… por allí hasta la época de nuestros abuelos), lo que excluye de la lista a los alimentos transgénicos.

(Es importante recalcar que no todos las cosas que se añaden a los alimentos durante su producción o su procesamiento son sintéticos: por ejemplo, algunos colorantes o conservadores. Por esto hay que estar bien informados sobre lo que estamos comiendo.)

Y ¿cómo saber que de verdad son orgánicos?

Hay agencias u organizaciones que se dedican nada más a certificar a las empresas que dicen producir orgánico y el sello que las representa debe de aparecer en las
etiquetas del producto, por lo que debemos de revisarlas para garantizar que estamos comprando algo legítimo e incluso, si tenemos oportunidad, investigar la validez de tal o cual organización.

Las empresas que cuentan con estos sellos funcionan bajo estrictas políticas y reglamentos que de ser violados, pierden el derecho a vender sus productos en el mercado como orgánicos.

Lo único malo de los productos orgánicos, en mi opinión muy particular, es que nos recuerdan que no todos tenemos la posibilidad de comer “sano” al no consumir productos orgánicos, y que no todos producen cuidando el medio ambiente. ¿Qué esto no debería de ser un hecho?

En fin...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

> o tuvo contacto ni fue sometido a ningún producto o tratamiento sintético o químico

Error de definición, a mi ver: la vida es química. El estiércol es químico, la caca de lombriz es química, tú eres química y yo también. El azufre es un elemento químico, la sal común lo es y el dióxido de carbono que fijan las plantas es una molécula... ¡química!

Un día debiera alguien reivindicar lo químico como lo maravilloso que es a pesar de la mala prensa que ha venido a tener la palabreja. :)

Mus

Angelo dijo...

A quien pueda interesar, una referenca sobre biotecnplogia:

http://www.agrodigital.com/PlArtStd.asp?CodArt=68887

lombriz dijo...

Mus tiene razón!

Retiro lo dicho!

Nos quedamos con quimicos sintéticos?